22 Nov ¿Qué mide la Rueda Egely?
Considerando los resultados de las investigaciones más nuevas estamos convencidos de que el universo está consituto básicamente de energías (tal como la bioenergía). Los que han empleado ya alguno de los métodos curativos alternativos (p.ej.: bioenergía, energía vital) y/o a los que les interesan las terapías holísticas, probablemente no les suena desconocido el concepto de la bioenergía y la aplicación de los métodos cura-terapeúticos que se basan en la bioenergía y cuyo motivo es guardar y mejorar la salud. Cada vez más especialista se dedica a investigar dicha bioenergía.
El objeto de examinación de la medicina oriental y también de la occidental es el cuerpo humano. Pero esa bioenegría – que activa el cuerpo – la abordan desde diferentes aspectos. Nuestro objetivo es encontrar respuesta a las siguientes cuestiones: ?qué somos realmente? ?por qué causa nos ponemos enfermos? ?cómo se producen las enfermedades y cómo podemos luchar contra ellas? ?cómo prevenirlas e indicarlas con anticipación?, etc. Sin embargo, los puntos de vista occidental y oriental nos sirven con dos explicaciones diferentes. Dicha diferencia se basa en la investigación de la bioenergía. Las ciencias médicas occidentales elaboraron la anatomía del hombre a base de las modernas tecnologías científicas y no se dedicaron a la investigación de la bioenergía. Con estos conocimientos buscamos los métodos curativos para las diferentes enfermedades. Así por ejemplo usamos antibióticos contra las infecciones, cremas para las dermatosis, inhaladoras para dificultades en respirar y tratamientos antiácidos para los problemas del estómago. La investigación de la bioenergía sin embargo, se hace con la energía vital, la vitalidad. Pero estos métodos, en la mayoría de los casos ofrecen una solución temporal y no más: no se dedican a la bioenergía.
?Por qué no prestamos más atención a la bioenergía? ?El conocimiento científicamente fundamentado no es suficiente para elaborar unos métodos curativos eficaces? Una solución puede ser fijarnos en las bases de nuestros conocimientos y teorías, referentes al cuerpo humano, hacernos un poco más con la calibración de la bioenergía. !Es la «refundación» de las bases! La ciencia de la medicina occidental es el resultado de haber estudiado cuerpos y tejidos muertos. Sin embargo, una información obtenida de esta manera no significa la presentación completa del organismo humano. La bioenergía sólo la podemos examinar en humanos vivos. Por consecuencia el examen del estado inerte, por cuidadoso que sea, y la sabiduría procedente de aquello no pueden ser apropiados para aplicarlos en elaborar los diferentes métodes de curar contra las enfermedades del organismo vivo. La bioenergía sólo la podemos examinar en humanos vivos.
Pues se plantea la cuestión: ?cuál es la diferencia entre los estados vivo e inerte? A pesar de que la diferencia en cuestión pueda parecer trivial, de acuerdo con los exámenes anatómicos realizados en el Occidente los dos estados son iguales. Según la medicina oriental el estado inerte es un estado sin bioenergía, mientras que el cuerpo vivo está lleno de ella. Con otras palabras: el organismo muerto es uno que carece de bioenergía, la perdida completa de la bioenergía del cuerpo vivo causa la muerte del mismo. En la medicina china esto se le llama bioenergía chi (o ch’i), mientras en la japonesa, «ki». Lo más simple es considerar al chi como una materia aireforme, o fuerza vital. A menudo se lo considera como fuerza de vitalidad o energía interior (bioenergía), pero en esencia es la fuerza invisible que llena el cuerpo humano. Aquí es la diferencia entre las medicinas occidental y oriental. La oriental considera la bioenergía chi como elemento substancial del cuerpo, que está presente en todas las funciones orgánicas o de la vida a pesar de que no sea demostrable directamente.
En la medicina oriental la bioenergía chi tiene dos aspectos para subrayar. El primero es que la bioenergía chi está fluyendo constantemente, y este estado fluyente es lo que le caracteriza principalmente. Si este flujo de chi es demasiado lento o de un sentido erróneo, puede causar enfermedad. Según el segundo, la chi debe estar siempre en equilibrio, o sea no puede ni sobrar ni faltar.
Se puede estimular la chi de diferentes maneras: la acupunctura o los ejercicios chi gong la aumentan, mientras que el estrés, la enfermedad o emociones negativas provocan la decadencia de chi. No se puede ver u observarla directamente, ni siquiera con procesos médicos, aunque muchos la consideran ser tan real como el aire o la sangre.
Sin embargo, exisite un pequenín aparato, la Rueda Egely, quizá un poco raro, capaz de medir la bioenergía chi que está en nosotros. La rueda del mecanismo, gracias a la tecnología de alto nivel, está pendido de modo que hace posible medir y observar los corrientes de bioenergía. Y todo eso sin tocar el aparato, sólo poniendo una mano a su lado. La electrónica del aparato no hace nada más que ofrecer informaciones acústicas y visuales sobre el resultado de la medida.
El que inventó la rueda fue György Egely, docto de origen húngaro.
