¿Qué es la vitalidad y cómo medirlo?

Egely Wheel and table about the possible results

¿Qué es la vitalidad y cómo medirlo?

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Vamos a ver que el número de vueltas de la parte giratoria, nuestra vitalidad depende estrechamente de nuestro estado físico, capacidad de concentración, o sea de nuestra vitalidad, y siempre refleja nuestro estado momentaneo. Así, temprano por la manana, justo al despertarnos, o muy cansados antes de acostarnos el número de vueltas y el valor de vitalidad son bajos. Se espera medir los mayores resultados durante la manana o al medio día. Es muy importante encontrar y aprender cuál es el estado mental cuando obtenemos el número máximo de vueltas. Este estado se encuentra en una franja relativamente estrecha: entre la máxima relajación y la forzosa concentración. La forma más fácil de lograr este estado, semejante al estado meditativo es por ejemplo pensar en nuestra música preferida o imaginar cualquier actividad que hacemos con gran placer y desahogo. Éste es el estado mental en el cual nuestro organismo el mejor funciona, cuando los problemas menos nos importan. Es cuando la más bioenergía se produce en nosotros y esto bien se ve al medir. Merece hacer las pruebas con ambas manos para comparar los resultados. En general los resultados no coinciden: a uno le da mayor número de vueltas – o sea mayor valor de vitalidad – con la mano derecha, al otro, con la izquierda. El valor medido se llama cociente de vitalidad (CV). Es un valor comparativo que muestra nuestro nivel instantáneo de bioenergía a medida del promedio. Mientras que el cociente de inteligencia (IQ) no presenta grandes diferencias entre dos personas (tampoco su forma de medir es exacta), el valor de vitalidad se lo puede medir con precisión y puede haber grandes diferencias. En algunos casos también se puede influir el valor del cociente de inteligencia. El cansancio o nerviosidad lo deteriora, pero se ha observado que el valor de IQ puede aumentarse al influjo de música agradable. El cociente de vitalidad – valor de VC – está influido aún por otros factores también. Sobre ellos hablaremos más adelante. En la siguiente tabla podemos ver la clasificación de los VC medidos en el mejor estado:

Enfermedad oculta, nerviosidad, angustia, cansancio, frentes, demasiado frío o calor pueden disminuir significativamente el valor de vitalidad, pero cuando éstos pasen, el nivel debe aumentar de nuevo. Los valores del cuadro son aplicables en caso de personas de 14 a 60 anos. Dependiendo de la constitución de cuerpo, mentalidad y forma de vida de las personas, puede haber grandes diferencias. El nivel de la vitalidad se puede medirlo no sólo poniendo la mano junto al aparato (aunque es el modo más simple y práctico) sino con el codo, la rodilla, los pies o la cabeza. En general, este aparato es capaz de medir la vitalidad sólo a pequenas distancias. Sin embargo, en caso de personas de disposiciones exepcionales, puede medirlo desde una distancia de 10 centímetros también. En este caso basta con mirar al aparato desde una mayor distancia o �disparar� energia con los dedos y la rueda se pone a girar. Pero muy pocas personas logran eso. Se está construyendo otro aparato, de construcción mucho más complicada, para percebir la energía desde grandes distancias. Resumido: el valor máximo obtenido de cada ocasión muestra nuestro nivel momentaneo de vitalidad. El aparato senala este valor máximo hasta que la rueda se pare.

Según las pruebas, en las que participaron más de mil personas, el valor medio es aproximadamente 6 vueltas por minuto. Éste es el nivel de vitalidad promedio, en este caso decimos que el VC es de 100%. El cociente de vitalidad muestra la divergencia del valor medio. Así que, si el cociente de vitalidad es 150%, quiere decir que el número medido de vueltas es 6 x 1�5 = 9, que ya es un resultado mejor que lo común. Pero si el nivel de vitalidad de alguien es de 50%, el número de vueltas es 6 x 0�5 = 3 y este valor lamentablemente está debajo del promedio. También es interesante que hasta cuánto tiempo puede uno mantener cierto nivel. Ya que muchas veces ocurre que alguien puede obtener un valor relativamente alto, pero pronto se agota. Por otro lado hay personas, cuyo nivel de vitalidad es mediano o alto y son capaces de mantener dicho nivel durante mucho tiempo – aún hasta media hora. Nuestro objetivo no es que una persona haga medidas con el aparato muchas veces o constantemente porque eso puede resultar muy abrumador. El principal motivo y objetivo de este aparato es promover en nuestro forma de vida unos cambios que aumenten notablemente el nivel de vitalidad para sentirnos más sanos� No hay problema tampoco si durante unas semanas nuestro valor VQ está bajo el nivel medio (menos de 100%). Eso no quiere decir que no estemos sanos, pero llama la atención a que cuidemos nuestra salud y hagamos todo posible para que el valor de vitalidad al menos sea mediano.

Por eso, a continuación resumimos brevemente los modos de mejorar la vitalidad y las causas por las que el valor aumenta o disminuye.

?Cómo aumentar la vitalidad?

Pasamos ahora en breve los factores más importantes que tienen mucha influencia al nivel de energía, a la potencia y la capacidad de competir del hombre.

El dormir

Quizá el factor más importante y a la vez más sencillo es el dormir, aunque muy pocos reconocen y aprecian su importancia. Lo que cuenta no es simplemente cuántas horas dormimos, sino también cuándo dormimos. Los exámenes alcanzados hasta ahora han demonstrado la vieja experiencia, según la cual lo más oportuno es ponerse a dormir a las 9 de la noche, o a las 10, como más tarde y, durante el verano, acostarse cuando el sol se pone. Si seguimos este ritmo natural y muy antiguo, la costumbre que está en nuestro organismo hace miles de anos, lleva efectos beneficiosos a nuestra vida: podemos relajarnos mejor, como si, por ejemplo, nos acostáramos pasada la medianoche y siguiéramos durmiendo también en las horas del pleno día. El natural ritmo de dormir es mucho más relajante. Pues, nuestro nivel de vitalidad se lo puede mejorar reestableciendo los naturales períodos de reposo, empezamos con eso.

Ejercicios relajantes

Otro factor muy importante es aprender y usar el modo de relajarse, y cómo aliviar la convulsión, cómo regenerarse en poco tiempo. Existen varios métodos antiquísimos para llenarnos de energía. Quizá el más antiguo es la yoga india, pero en el Extremo Oriente elaboraron diferentes métodos, que nos regeneran combinando el respiro y el movimiento. De este tipo es, por ejemplo, el «Csi-Kung». Es esencial que podamos aprender fácilmente cómo volver a un estado sin estrés, y, mediante eso, re-rellenar nuestro cuerpo en poco tiempo, en unos sólos minutos. (Han publicado numerosos libros y descripciones sobre la técnica de respirar y los estados de meditación.) La medicina o la psicología de nuestros días son capaces de demostrar con exámenes las diferentes fases de actividad del cerebro y también pueden separarlas. Para el estado relajante y regenerante se usa la expresión de «estado alfa» en los exámenes EEG. Eso significa, que se puede consignar una frecuencia de más o menos 10-11 Herz a la actividad cerebral, al experimentar su actividad eléctrica. También se puede aprender cómo alcanzar este estado: uno de los métodos más sencillos es el llamado «control cerebral de Silva». Según las experiencias, la combinación ideal podemos alcanzarla al aplicar las técnicas mentales y de respiro a la vez, es este caso cuando la regeneración es la más rápida. Justamente por eso la posición del cuerpo también es de mucha importancia. Es muy importante sentarnos siempre con la columna vertebral recta para que los pulmones siempre se rellenen con aire y, de este modo, sea perfecta la provisión de nuestro cuerpo con oxígeno. El pecho abollado, la posición encorvada dificultan signifivativamente el respiro y el cambio del oxígeno y así nos llevan a un valor de vitalidad más bajo.

Deporte

Practicando deportes, como otra forma de los ejercicios relajantes y de respiro, también podemos mejorar nuestra vitalidad. Pero es importante saber que el deporte no es siempre útil, y, especialmente no con exageración. Se puede medir hasta qué grado nos beneficia el deporte, y dónde está el límite, tras el cual el esfuerzo excesivo nos hace cansar, agotar, y, en un caso dado, llegar a un nivel vitalitario peligrosamente bajo. De este punto de vista los deportes ideales son la natación, o la gimnastia (con moderación). Son buenos aún el correr y el tenis, si los practicamos al aire fresco y limpio.

Mientras los puntos de vista anteriores se dedican a las técnicas mentales y a la provisión con oxígeno, ahora vamos a ver qué otros factores y circunstancias tienen efecto a nuestro valor de vitalildad. Éstos, principalmente dependen de la nutrición y de las costrumbres de comer y beber.

Vitaminas

El modo más simple de averiguar si nuestras costumbres alimenticias son optimales, es controlar si tomamos suficiente cantidad de vitaminas. Para eso el mejor método es tomarlas en su forma original, siendo frutas o verduras. Preferentemente no consumemos productos artificiales. En el mercado podemos comprar varios productos de vitaminas y podemos probar si el consumo de éstos nos aumenta el valor vitalitario. Algunas veces la escasez de sólo una o dos vitaminas también puede disminuir significativamente el valor vitalitario, pero son fácilmente substituibles.

Oligoelementos

La siguiente cuestión alimenticia, mucho más compleja, pero a la vez muy-muy importante es la aseguración de los oligoelementos necesarios. En el organismo humano más de veinte mil de enzimas se encargan de la regeneración del mismo y de la disgregación de las substancias alimenticias. Las enzimas son unas partes indispensables, o sea, las catalizadores de estos procesos. Las enzimas, para su actividad, utilizan una cantidad relativamente pequena de oligoelementos, que, sin embargo, son muy importantes.

Los alimentos que tomammos generalmente contienen los seis bioelementos principales sin falta. Éstos son el hidrógeno, el oxígeno, el carbón, el nitrógeno, el azufre y el fósfor. Son más dificiles la absorbción y la incorporación de los cinco bioelementos accesorios (hierro, magnesio, calcio, sodio y potasio). Aquí pueden aparecer enfermedades por causa de la escasez; por ejemplo la ausencia del hierro es bastante común. Sin embargo, el problema más característico es la provisión adecuada, o sea la falta de los bio-oligoelementos. Puesto que la agricultura moderna elaboró unas plantas tan desarrolladas que podían asegurar un rendimiento sorprendentemente alto, sin la cantidad suficiente de los oligoelementos necesarios para la vida. Estas plantas híbridas, aunque sean baratas, nos llevan unos oligoelementos de baja calidad. En estos casos, aunque sea suficiente la cantidad de los alimentos tomados, la estructura cualitativa puede ser muy desfavorable. La contaminación industrial causa danos a nuestras enzimas (a estos compuestos laboriosos), también si, por lo demás, tomaríamos suficiente cantidad de nyomelem de los alimentos. Los metales pesados, por ejemplo, impiden desplegadamente la incorporación de los nyomelemek útiles, así son muy perjudiciales. Pero lo importante no es sólo cuánto tomamos de estos oligoelementos. También es esencial la ligadura química que tengan. No da nada igual, de cuántas valencias son, o en qué compuestos aparecen.

Lamentablemente en la actual civilización técnica llegan al organismo también unos elementos desplegadamente danosos, que impiden los oligoelementos a incorporarse. Como hemos mencionado, para la función perfecta de las enzimas es indispensable tomar, de cantidad y cualidad apropiadas, unos oligoelementos, como por ejemplo silicio, manganeso, cobalto, cobre, zinc, selenio, bromo, yodo, bismuto, etc. Pero algunos metales pesados, como el plomo, el cadmio o el mercurio ligan estos oligoelementos necesarios, que, así no pueden incorporarse en nuestro organismo. Eso puede causar problemas en el metabolismo, el sistesis de la proteína deja de funcionar. De este modo, el plomo acumulado en la sangre destroza de alto grado la provisión del organismo con oxígeno, aún puede destruirla definitivamente. En particular para la gente de las cuidades y los territorios industriales es indispensable tomar suficientes oligoelementos y vitaminas, porque en estas zonas, por la alta contaminación del aire y de la tierra muchos metales pesados entran en el organismo. Por desgracia, últimamente los alimentos vegetales contienen cada vez más metales pesados. La contaminación producida por los centros de energía térmica convierte ácida la tierra en muchos lugares, y del suelo ácido los oligoelementos necesarios no pueden absorberse.

Por eso, si nuestro nivel de CV no alcanza el 100% durante un período largo, es aconsejable probar diferentes tipos de productos de oligoelementos y tomarlos a la continua para que la cantidad de oligoelementos en el organismo se recupere en tiempo, es decir las enzimas, el sintesis de la proteína y la �reconstrucción» del cuerpo se pongan de un modo adecuado. La calidad de las enzimas tiene un papel importante en la intensidad del sistema inmunológico y la capacidad de protegerse del organismo. Cuánto mejor y más fuerte es el sistema inmunológico, más alta será nuestra vitalidad. Hemos experimentado que unos enfermos que venían de una gran ciudad y sufrían de anemía, tenían el nivel vitalitario oscilando alrededor de 50%. Después de una terapía eficaz con oligoelementos este nivel superó el 100% en algunas semanas. También es importante, en caso de avitaminosis, recuperar las vitaminas. El efecto más rápido y a la vez más eficaz se lo consigue al tomar vitamina C. La ausencia de la vitamina C se la puede recuperar en unos solos días, y eso conllevará un aumento de 20-30% del nivel CV. No hay un nivel de dosificación exacto que sea válido para todos. En el caso de la vitamina C, por ejemplo, tenemos que experimentar nosotros mismos, qué dosis necesitamos, ya que eso depende mucho de la contaminación del ambiente, el modo de vivir y el nivel de carga.

Comer

Se discute mucho sobre el efecto, que las cosrumbres de comer tienen a nuestro nivel vitalitario; es decir cuánto beneficioso es por ejemplo el vegetarismo o dónde hay que poner el límite al consumo de los diferentes alimentos. Muchos están a favor de la idea según la que todo tipo de carne es danoso al organismo, mientras otros dicen que sólo el consumo de carnes con mucha grasa llevan peligro y es fácil evitar el sobrepeso.

Las experiencias no han demostrado que el consumo de carnes sea perjudicial o que cause un nivel vitalitario bajo. Pero es verdad que después de comer carne, durante la digestión el nivel vitalitario es más bajo, porque al estómago le es más díficil digerir las comidas grasas que los alimentos de origen vegetal. Generalmente los alimentos vegetales se lo digeste már fácilmente y más rápido y contienen más vitaminas. !Pero cuidado: aquí también hay una trampa! Las plantas cultivadas en territorios contaminados, pueden llegar a contener gran cantidad de plomo, que, al entrar en el organismo humano, puede ser peligroso. Por desgracia, prácticamente no hay nada que podamos hacer contra eso, ya que ninguna zanahoria o brocoli lleva escrita la cantidad de metales pesados que contiene, así no podemos medir otra cosa que el resultado: el nivel vitalitario. Para mejorar un poco la situación se recomienda comprar frutas o verduras de un lugar o un cultivador sobre los cuales sabemos que en sus cercanías no hay fábricas contaminantes o autopistas, o quizá, un vertedero que contamina el suelo con metales pesados. Los vegetarianos deben prestar mucha atención a que saquen suficiente cantidad de hiero de los alimentos, aunque es díficil de ralizar sin productos de oligoelementos.

Nivel de ion

Aunque atana a poca gente, prestemos atención a la concentración de ion del aire también. Los que pasan mucho tiempo delante de la pantalla del ordenador, respiran el aire lleno de iones positivos que es insano. Hoy en día ya se vende diferentes ionisadores de aire o bien hay que abrir las ventanas más a menudo para que la concentración de los ionos positivos y negativos sea adecuada.

Zonas de estímulo

Experiencia de varios miles de anos muestra que en la Tierra, en nuestros domicilios puede haber zonas desplegadamente nocivas para la salud, que nos causan enfermedades crónicas, si pasamos largas temporadas en ellas. Hace mucho tiempo es conocido el hecho de que no se recomienda pasar largo tiempo, ni colocar la cama o el escritorio encima de los manantiales subterráneos y mucho menos en cruce de ellos. Algunos tipos de calefacción, y también las transformadores de alta potencia o los cables de alta tensión pueden producir estímulos negativos semejantes a los de los manantiales subterráneos.(Este efecto se llama electroesmog.) Aunque el aparato no es capaz de percibir dichos lugares, nuesto nivel de bioenergía será más bajo en estas zonas de estímulo (si somos sensibles a ellos).

Por lo tanto, merece hacer unas pruebas para ver si en el entorno de la cama o el escritorio tenemos el nivel de CV habitual, o bajo el valor medio. Nuestro organismo suele reaccionar a estos efectos y en estas reducidas zonas el valor de vitalidad medido puede ser mucho más bajo que el habitual. Por eso se recomienda probar varios «rincones» de nuestro hogar u oficina, para saber si hay zonas nocivas, y en caso afirmativo tratar de evitarlas. Por el momento, lamentablemente no hay manera de desactivar estos lugares artificialmente, lo mejor es evitarlos.

Estructura del agua

Un elemento menos conocido, sin embargo importante de la vitalidad es la estructura del líquido, agua que consumimos. Podríamos pensar que el agua que bebemos es completamente amorfo y disforme y no tiene estructura ni composición. Pero en la realidad el agua tiene una estructura concreta, debido a las moléculas de hidrógeno que se unen mediante una débil ligadura química, y por eso se organizan en menores o mayores grupos regulares. Dependiendo del nivel de organización, las características físicas del agua (como por ejemplo la capacidad de conducción eléctrica, la tensión superficial, la viscosidad, el constante dieléctrico) cambian de modo mensurable,. Estos valores pueden diferenciarse de modo notable en caso de aguas que, en apariencia tienen la misma temperatura y densidad pero que están preparadas de distintas formas.

Por ejemplo, si calentamos hielo derretido a 20°C a fuego lento, obtenemos una estructura regular, bien ordenada, donde muchas moléculas de agua se juntan. El agua que está presente en las plantas y seres vivos sanos se parece mucho a esta composición. Al calentar el agua en microondas durante largo tiempo y enfriarlo luego a 20°C, obtendremos una estructura meramente diferente y desordenada. En este caso los parámetros físicos del agua se distinguen de modo mensurable del estado anterior. Es interesante que los núcleos de los átomos de hidrógeno, que forman la molécula de agua, también tienen importancia en la estructura. Lo útil y bueno es cuando la dirección de giro de ambos protones es la misma y parece ser nocivo si la dirección de giro es contraria.

La construcción y la estructura del agua también pueden influir básicamente en el valor de vitalidad. Hoy existen varios modos eléctricos y magnéticos de tratar el agua por los que es posible acelerar el crecimiento de las plantas u obtener agua más sana y de estructura más favorable. La ventaja del consumo de frutas es, entre otras, que aparte de las vitaminas y los oligoelementos, podemos obtener el agua de estructura regular. Por lo tanto, se absorbe sensillamente en el organismo y se incorpora. Quizás no sea por casualidad que en los tumores de cáncer se analiza agua de estructura desordenada, mientras que en los tejidos sanos el agua tiene la composición regular. Por eso tratemos de conseguir un aparato que – por ejemplo mediante un proceso magnético – ordene la estructura del agua que consumimos. En otro caso tomemos tantas frutas como posible. Consumir frutas es naturalmente mejor que los zumos de �Tetra Pack�. Se puede mejorar considerablemente el nivel de vitalidad probando los métodos ahora mencionados, ya que en caso de cualquier persona la mejora más espectacular se manifiesta allí, donde los problemas se desaparecen.

Por ejemplo, si alguien tiene el nivel de vitalidad bajo por falta de oligoelementos, puede aumentarlo através de un tratamiento hecho con oligoelementos. Pero también es posible que el aumento aparezca sólo después de acostumbrarse a la postura adecuada, o al ritmo natural de dormir. Lamentablemente no hay un único consejo fijo, ya que todos somos diferentes, a cada uno le rodea un entorno distinto. Por tanto cada persona debe buscar individualmente la dieta, la forma y el estilo de vida más apropiados que le den máxima vitalidad y salud. Vale la pena cuidar de nuestro propio organismo para prevenir enfermedades, ya que es mucho más barato que la curación de un organismo enfermo.

Otros métodos

Existen aún otros métodos para aumentar la vitalidad y podemos combinar varios de éstos. Pueden ocurrir efectos interesantes y grandes mejorías por ejemplo en invierno – en la temporada de poca luz – si acudimos regularmente al solario, substituyendo así los rayos solares, pero una terapéutica de color o aroma también puede mejorar nuestro ánimo, así como nuestra música preferida. El masaje de planta también merece una prueba, ya que es un método realmente eficaz de regeneración.

Vitalidad, sin límite

?Qué punto podemos considerar como el estado de máxima salud? En realidad no hay ningún punto máximo, pero si logramos tener el nivel CV superior a 200%, podemos estar muy contentos. Las luces verdes senalan en el aparato este nivel y testifican un estado extraordinaro. Es ideal tener el nivel en el intervalo de 100-200%, pero no nos pasa nada si en períodos difíciles y de grandes esfuerzos el nivel de CV no alcanza el 100%. Pero en cualquier caso cuidemos de nuestro estado físico: el valor de CV establemente bajo (menos de 50%) avisa que nuestra potencia no es optimal, y puede ser el primer síntoma de una enfermedad latente. Este aparato es útil ayuda en la prevención, ya que avisa sobre el problema advenidero antes de que aparezcan los primeros síntomas orgánicos. Experimentamos varias veces que en caso de gripe advenidero, el valor de CV se reducía de modo drástico 1-2 días antes de la fiebre, cuando aún no se podía diagnosticar la enfemedad. Cuando la fiebre se pasa, durante la convalecencia, se necesita unos 3-4 días para que el organismo se regenere completamente. El nivel de vitalidad también aumenta a la vez, acerca al 100%, pero puede pasar una semana hasta que supere dicho nivel. Los días cuando el nivel de vitalidad es bajo, evitemos de realizar gran trabajo físico o hacer esfuerzos mentales, no tomemos decisiones importantes y no conduzcamos largos trayectos. Así podemos librarnos de una buena.

El efecto de los hemisferios cerebrales

En general lo sano es cuando podemos medir más o menos el mismo valor de vitalidad con ambas manos, pero solamente algunas personas pueden lograr esto. En la mayoría de los casos con una mano superamos el nivel promedio de CV mientras que con la otra obtenemos valores inferiores a la media. En función de las pruebas realizadas podemos sacar la conclusión que las personas que logran obtener mayor número de vueltas usando la mano derecha, tienen mayor actividad en el hemisferio cerebral izquierdo que se hace responsable de las funciones analíticas y donde se sitúa también el centro de la comunicación. Por eso, si hablamos al hacer la medida, obtenemos menor valor de vitalidad, porque en este caso gastamos parte de nuestra energía en formar y controlar lo que decimos. En caso de personas atentas, o que se dedican a trabajos analíticos (por ejemplo: ingeniero, investigador, ajedrecista, o cualquier persona a quien le importa el lógico y minucioso modo de pensar), el valor de CV es mayor si usan la mano izquierda durante la medida. Sin embargo, la otra parte de la gente obtiene mayor número de vueltas con la mano izquierda: en su caso el hemisferio derecho es más activo. Sus características son la forma de pensar intuitiva, la visión artística y el modo de ver holístico. Las mujeres en general tienen el hemisferio derecho más desarrollado. También en caso de zurdos es típico que obtienen mayor número de vueltas con la mano izquierda que con la derecha. Es otra experiencia que si una persona es abierta, amistosa, se disuelve fácilmente y tiene una mentalidad positiva, su valor de CV también es mayor que el de una persona introvertida, tímida y pesimista. Nuestra personalidad afecta por lo tanto en nuestra salud. Si no por otra cosa, pero por la salud sí que merece la pena ser más amistoso y alegre. Las experiencias y pruebas documentan que los negociantes de gran éxito profesional tienen unos valores de CV muy altos: no son extranos los superiores al 200%. En caso de estas personas, ambos hemisferios son activos y equilibrados, los valores obtenidos al medir con la mano derecha o izquierda son casi iguales. Los matemáticos de fuerte capacidad analítica, ajedrecistas, o pintores y músicos que se inspiran de impresiones, pueden vivir con uno sólo hemisferio cerebral desarrollado. En caso de los negociantes es importante el pulso intuitivo -característica del hemisferio derecho -, pero también la aptitud analítica, que depende del hemisferio izquierdo. Podemos declarar que generalmente lo sano es cuando una persona perfecciona ambas partes del cerebro, ya que los resultados optimales y la gran creatividad son frutos de su harmonía. La persona realmente acertada utiliza los dos hemisferios con la misma intensidad y naturalmente es buen dueno de su propio cuerpo. Desde el punto de vista sanitario es reconfortante si el sujeto de la medida, con una de las manos, presenta un valor de CV uniforme y superior al 100% durante algunos minutos. No obstante, el caso ideal es cuando alguien es capaz de mantener el valor superior al 100% con ambas manos. La alta vitalidad no es un objetivo en sí mismo, sino un medio, una oportunidad para tener una vida más sana y redonda.

La dirección de giro

Muy pocos logran influir en la dirección de giro de la rueda con su voluntad. Es un logro mental extremadamente difícil y especial. Es más fácil parar la rueda según el gusto con la ayuda de nuestros pensamientos y luego acelerarla de nuevo: muchos lo consiguen. Pero solamente algunos son capaces de hacer girar la rueda en la dirección deseada. El número de aquellos que pueden conseguir este efecto en dos aparatos, usando ambas manos a la vez, es aún mucho más escaso. Esta capacidad es realmente rara y se logra mediante una serie de ejercicios firmes y tenaces. El que posee este don, controla el movimiento de su energía según cómo quiere y, en teoría, puede usarlo para curar.

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